Educación en cachorros.

Cuando un cachorrito llega a casa nos inunda la alegría y la felicidad de compartir nuestra vida con un nuevo amigo que de sobras sabemos que va a ser incondicional. Pero hemos de ser conscientes de que, sobretodo al principio, vamos a tener que ser pacientes con él pues tardará un tiempo en aprender a comportarse de forma adecuada.

A todos aquellos que os aventuréis a adoptar a un cachorro: ánimo. Os espera un primer periodo de estrés y de rutinas disciplinarias. Sin embargo, para sobrellevarlo mejor os invito a poneros en la piel de vuestro nuevo mejor amigo: apenas tiene dos meses, lo han separado de su madre y hermanos y se encuentra totalmente desamparado en un lugar que no conoce. ¿A caso vosotros no estaríais asustados?

Al principio el cachorro se hará pipi y caca en cualquier lugar. Es normal, pero no desesperéis. Los perros son lo suficientemente inteligentes como para entender en qué lugar han de hacer "sus cosas", si nosotros lo somos para enseñarselo.

Hasta que no tenga todas las vacunas puestas no podrá salir a la calle, al menos no pisar el suelo de la misma, pues lo expondríamos a contagios de moquillo, parvovirus, etcétera. Así que deberéis utilizar una zona de la casa para ese propósito, que puede ser el lavadero o la galería. Podéis poner unos simples papeles de periódico en el suelo y cada vez que pilléis a vuestro cachorro "in fraganti", deberéis conducirlo de inmediato a sus papeles. No sirve de nada reñirlo cuando lo hace en otro lugar sin que vosotros lo veáis.

Últimamente se están popularizando los emapapadores. Éstos no son más que una superfície rectangular de un material absorvente y con un fondo impermeable que os ayudarán a hacer la limpieza más comoda. 

Cuando el cachorro haga pipi en su empapador o papel es fundamental premiarlo, bien sea con una chuche canina o con caricias (si  hace falta tiraremos confeti... )

Cuando por fin pueda salir a pasear por la calle retiraremos la chuche en casa y se la daremos sólo cuando lo haga en la calle. Hay perros a los que le cuesta entender esta última fase de aprendizaje y, aún después de un paseo de dos horas, vuelven a casa a hacer pipi. Hará falta un poco más de paciencia con ellos.

Otra cosa importante es no interrumpir el paseo cuando el perrito ya ha hecho sus necesidades si no que hay que seguir un ratito más, de lo contrario el perro asociará el hecho de hacer pipi con el fin del paseo y por consiguiente, intentará alargar ese momento el máximo de tiempo posible.