Toxoplasmosis y embarazo.

Cuando una mujer se queda embarazada es posible que algún conocido o incluso el doctor le hable por primera vez de la toxoplasmosis y de su relación con los gatos.

La toxoplasmosis es una enfermedad causada por el parásito Toxoplasma gondii que tiene como último huesped al gato. Este parasito, de afectar a la mujer embarazada, podría causar problemas al feto. De no darse la circunstancia de estar en estado de gestación, la infección pasaría como una simple gripe.

Hoy os voy a dar unos cuantos motivos de porqué no hay que alarmarse si estáis embarazadas y convivís con gatos.

-El parásito se elimina con las heces del gato. Para resultar infectadas debe haber contacto oral con dichas heces (lo que como intuiréis, es complicado).

-El parásito tiene una fase de esporulación en la que debe estar en contacto con el aire 24h antes de su inicio, para poder infectar. Si se limpia la bandeja sanitaria a diario, retirando las heces, eliminamos esa posibilidad.

-El gato debe de consumir carne infectada para después transmitir el parásito. Esto es improvable en el caso de gatos caseros que se alimenten con piensos industriales. Si el gato tiene acceso al exterior y caza esporádicamente, deberemos tener más cuidado.

-Una vez se ha pasado la toxoplasmosis, no se vuelve a pasar. Así que si tenéis suerte ya la habréis pasado (os lo dirán cuando os hagan los análisis) y no tendréis de qué preocuparos.

-Es más fácil contraer toxoplasmosis comiendo carne cruda o mal cocinada y verduras mal lavadas que no a través del gato.

Así que si estáis embarazadas deberéis seguir las siguientes pautas de higiene por prevención, pero sin alarmarse:

-Si tenéis la posibilidad de que otra persona se ocupe de los cambios en la bandeja de la arena, mejor. Si no, con poneros guantes de goma será suficiente.

-Retirar las deposiciones a diario.

-Si podéis hervir la bandeja de vez en cuando, mejor.

-Mantened a vuestros gatos limpios, por ejemplo con espuma en seco. Lo podéis hacer diariamente y así evitaréis riesgos.