Ciprinodóntidos (carpas dentadas ovíparas).
Estos peces están poco indicados para acuarios comunitarios ya que, por su comportamiento social y características de biotopo específicas, viven mejor en acuarios más individualizados.
Necesitan acuarios filtrados con turba, oscuros y con poca corriente; con vegetación densa, un fondo igualmente de turba o materia orgánica y abundantes raíces que utilizarán como refugio.
Acostumbran a vivir en harenes y los machos son muy agresivos entre sí, exceptuando alguna especie como el ciprinodóntido del Tanganica.
La alimentación debería estar compuesta principalmente de comida viva.
Estos peces se deberían asociar sólo con otros de menos tamaño, tranquilos y no territoriales.
-Ciprinodóntidos frezadores de fondo: necesitan en el fondo una capa gruesa de turba en la que se introducirán para desovar. En su hábitat natural vivirían en estanques que al secarse les provocarían la muerte, mas sus huevos sobrevivirían en el suelo húmedo hasta la siguiente estación de lluvias.
-Ciprinodóntidos frezadores adhesivos: éstos depositan sus huevos en plantas, paredes, rocas...
Ejemplos de esta familia: Cola de lira estriado (Foto 2), Panchax azul...
Peces arcoiris, peces espiga y aterínidos.
Estos peces destacan por la espectacularidad de sus colores y dibujos que sólo se alcanzan en la madurez.
Son peces de cardumen que requieren mucho espacio para nadar y a los que, por lo tanto, deberemos proporcionar un acuario de unas dimensiones considerables.
Son frezadores de larga duración: durante la época reproductiva desovan diariamente algunos huevos.
Pueden combinarse con peces pacíficos.
Los peces arcoiris y los peces espiga se encuentran sobre todo en aguas blandas y ácidas. Los aterínidos en aguas alcalinas de semiduras a duras.
Ejemplo de esta familia: Melanotenia boesemani (Foto 1), Bedotia geayi...
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