Calíctidos.
Es el grupo de las Corydoras, los Hypostomus y los Ancistrus, mal llamados comunmente "limpiacristales" o "limpiafondos".
El acuario ideal para albergar a este tipo de peces debería contar con numerosos escondites y refugios, ya sean piezas decorativas como ánforas o barcos o bien cuevas hechas con cocos o troncos. Son animales pacíficos y sociables.
Pueden alcanzar un gran tamaño y también son muy longevos. No podemos pretender criar a un Hypostomus (limpiafondos que puede alcanzar entre los 30 y los 50cm) en un acuario de 20l porque lo estaremos condenando.
Muchos de los peces que pertenecen a esta familia son nocturnos y se alimentan en la oscuridad. Además, buscarán su alimento en el fondo, lo que no significa que se coman lo que el resto de peces desperdicia. En realidad, no debería caer nada de comida de los otros peces al fondo, pues eso significa que nos estamos pasando al echarla. Hay que poner la cantidad justa para que se la coman mientras está flotando. La única comida que ha de llegar al fondo es la específica para los Calíctidos, que suelen ser pastillas compactas que comerán con avidez.
En alguna ocasión me he encontrado con clientes que no le habían dado comida de este tipo nunca a sus corydoras, esperando que se alimentasen de los restos o de la suciedad del acuario. Hay que desterrar este pensamiento pues lo único que conseguimos es tener peces en mal estado de salud y, en ocasiones, hacinados en acuarios minúsculos esperando que nos lo mantengan limpio sin tener que mojarnos las manos. Esa no es el camino para llegar a ser un buen acuariófilo, creédme.
Laberíntidos a anabántidos.
Su nombre deriva del laberinto de arrugas de su piel, situado encima de las branquias y que les capacita para tomar oxígeno del aire. La mayoría de las especies se sienten bien en acuarios en penumbra. Aunque tienen algo de mala fama, en cuanto a agresividad se refiere, lo cierto es que son pacíficos (durante la freza reivindicarán su territorio) siempre y cuando se les ponga con otros peces que no sean territoriales, que sean más bien de fondo o que vivan en cardúmenes.
Ejempos de laberíntidos: Betta, Colisas, Gurami Besucón.
En la primera foto: un ancistrus. En la segunda: un gourami besucón.
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